Published on

¿La Paz está a punto perder el liderazgo político del país frente a Santa Cruz?

Authors

¿La Paz está a punto perder el liderazgo político del país frente a Santa Cruz?

Estamos en pleno 16 de Julio, todavía los estragos de la infaltable verbena son visibles en el paisaje de la ciudad de La Paz, ha salido el sol, los paceños se levantan ante un panorama no muy favorable y no solo me refiero al chaqui de muchos paceños que no han dudado en festejar a esta ciudad al puro estilo “le meteremos no más”, me refiero a la trágica situación que vive el país, la crisis económica, el conflicto político, pero siendo más específicos el futuro de ciudad de La Paz.

En su día, qué mejor que revisar la situación de esta ciudad y reflexionar un poco sobre su futuro político. Lo sabemos, no parecen para nada buenas noticias; después de todo, La Paz le debe en gran parte su amplio crecimiento y dominio de este país a su liderazgo político desde la guerra federal. Pero en los últimos años esta ciudad ha sido desplazada por Santa Cruz de la Sierra, por lo menos en el ámbito económico. Sin embargo, como manda la teoría política, a la fuerza económica le sigue el dominio político. Lo esperado es que próximamente Santa Cruz maneje los hilos de este país, pero: ¿cuándo y cómo?

El primer paso es entender que la brecha económica no es tan amplia como muchos medios aseveran de la economía de ambos departamentos. La Paz aporta al PIB total del país un 27,30 % y Santa Cruz un 31,48 %. Si nos damos cuenta, no hay una diferencia abismal; tampoco nos aventuremos a decir que existe un empate. Está claro que Santa Cruz tiene más fuerza productiva y la tendencia marca que la seguirá teniendo, por diferentes factores, entre ellos la masiva migración a una tierra que promete ser fértil y constructora del “sueño boliviano”.

Sin embargo, es notorio que en algún momento este departamento tendrá una diferencia sustantiva en los próximos años para arrebatarle el mando político del país (siempre y cuando La Paz quede rezagada). Pero para aterrizar esto, es preciso entender al poder político, en términos de Norberto Bobbio (conocido como el maestro del realismo político con rostro humano), como el poder más importante de todos los poderes, porque es aquel que tiene la capacidad de modificar el asunto público, de trazar el horizonte de la sociedad; es, pues, tomar el timón de la nave, más allá de si la nave está bañada en oro (poder económico), lo importante es quién la conduce. En esa misma línea, el filósofo Bertrand Russell entiende al poder como “la capacidad de producir los efectos deseados”. Podemos decir que aquella región que tenga la capacidad de modificar la agenda política del país y establecer su conducción es la que ejerce el verdadero poder político nacional.

Entendidos estos elementos conceptuales, hoy La Paz conduce: tiene como sede a dos Órganos del Estado en su núcleo y marca los pasos del país, aunque se ha visto amenazada por la agenda de la ciudad de Santa Cruz. En esta línea histórica, en 2019 Santa Cruz fue definitivamente un núcleo donde se apoyó una fuerza política arrolladora que terminó en el final del gobierno de Evo Morales. Personajes como Luis Fernando Camacho gozaron de amplia popularidad y legitimidad en aquellos días desde múltiples sectores. El asunto llegó al extremo de ver al máximo dirigente de los Ponchos Rojos abrazado de Camacho, líder cruceño; gente cruceña marcando los horizontes del país. ¿Qué legitimidad nacional más grande que esa? Parecía que la ciudad había triunfado y se había puesto firme al timón nacional, pero nada más lejos de la realidad.

Evidentemente, cada proyecto político tiene sus desaires. En este caso, fue el retorno del MAS en 2020, el encarcelamiento de Camacho y la lucha por el censo los que terminaron por quebrar la voluntad de muchos cruceños tras un arduo paro de 36 días. La ciudad no logró imponer una agenda permanente, no logró convencer y unir a la lucha al resto de los departamentos con la misma contundencia. En cierto modo —a ojo de buen cubero— es porque la agenda de Santa Cruz es sobre todo para Santa Cruz y no así para el resto del país. Pero calma, ya veo a algunos lectores saltándome a la yugular: déjenme explicarles. Está de más decir que existe un regionalismo latente en el departamento de Santa Cruz que ciega una mirada más allá de su propia tierra. Claro que existen proyectos nacionales desde la región, pero aún son mermados por intereses regionales. Una muestra de ello es la falta de liderazgos nacionales que surjan de la región cruceña: en la propia papeleta de candidatos tenemos a los “mismos de siempre”, la mayoría de ellos de occidente. El propio fenómeno de Jaime Dunn —aunque natural de Camiri— ha establecido su base de operaciones en La Paz. Figuras prometedoras como Camacho o Vicente Cuéllar han visto apagarse el liderazgo nacional que prometían.

Esto es fortuito para la ciudad de La Paz: Santa Cruz no encuentra caminos sólidos para tomar el timón y aferrarse a él. Pero en este interludio las fuerzas se reestructurarán y habrá otro momento en que la oportunidad esté dada. A grandes rasgos, la apariencia de que esto vaya a cambiar en los próximos cinco años es difícil. El fenómeno político liberal libertario que encabeza Dunn se instala en La Paz; ya se ha pronunciado sobre una posible candidatura a la alcaldía de La Paz. ¿Esto puede cambiar? Claro que sí, pero tiene que existir una articulación de intereses nacional. No en vano, el francés Charles Fourier decía que “el secreto de la política es la organización del grupo” y, también, Harold Laski (politólogo) y Mancur Olson (sociólogo), en su teoría de grupos, hablan de que el éxito de un grupo político reside en la articulación de otros grupos y sus intereses.

Bajo este espectro y levantando la mirada sobre el contexto actual, la ciudad de La Paz puede respirar aún tranquila: económicamente aún no se encuentra lejos de su competidor, y políticamente tiene el timón; sus líderes todavía instalan sus campañas en la ciudad. Si bien las organizaciones sociales han sido bastante golpeadas por su vinculación al MAS, su afinidad con la parte occidental del país es clara, y representan otro factor de poder. ¿Entonces, cuándo logrará Santa Cruz por fin la embestida hacia el poder político? A ojos de este breve análisis, será el día en que lo regional ascienda a lo nacional, el día en que cedan demandas netamente locales en favor de demandas nacionales, que logren articular un proyecto inclusivo con todos los estratos posibles; y eso empieza por agrupar a los sectores populares (hoy por hoy occidentalizados y bajo la sombra del MAS) que puedan dar legitimidad en todos los rangos. Hasta entonces, queda observar cómo La Paz maneja aún los hilos de la política boliviana.

"Las opiniones expresadas en este blog son exclusivamente de los autores y no reflejan necesariamente las opiniones ni la posición oficial de la plataforma. Presente Bolivia no se hace responsable de las opiniones, comentarios o contenidos publicados por los autores. Cada autor es responsable de su propio contenido y de las consecuencias de su publicación."